jueves, noviembre 02, 2023

Cuánto nos deja la noche para soñarnos
y cuánto arranca el olvido al despertar
si nos deja indicios para recordarnos
o nos aleja todavía un día más.

Aún podemos ser fuego en la tormenta
aún desvelarnos hasta la madrugada
aún podemos mirarnos y dejarlo suceder
perdernos del reloj en un sorbo de café.

Aún podemos la luna compartirnos
extrañarnos al segundo de habernos ido
y antojarnos la compañía para otro día
perdiéndonos en latidos y su melodía.

¿Cuánto nos deja la rutina para desarmarnos?
¿Cuánto para sentir el roce con las manos?
Si nos deja intersticios para recordarnos
y empareja poquito nuestras sonrisas...
(al leernos o pensarnos)

Aún podemos buscar recuerdos en la tormenta
aún desnudarnos con la fugaz mirada sedienta
aún podemos fumarnos y lento esfumarnos 
en humo perdernos del reloj a Júpiter o Urano.

Aún podemos la lluvia compartirnos
desearnos salud con cerveza y vinos
reconocernos la piel sin apenas tocarnos
perdernos en el antojo que late entre nos.

Aún puedo perderme en tu sonrisa 
y encontrarte escribiendo...