Quiero ser astrónomo de las galaxias que hay en tus ojos.

REMINISCENCIA

 Siempre que llueve, te trae en mis recuerdos

como si tu tacto guiara a mis neuronas

como si el viento supiera tu nombre

como si la memoria trajera tus aromas.

Siempre que llueve, la piel te recuerda

como si el petricor supiera dónde estamos

hasta dejar que la memoria muerda

como si los truenos fueran por besarnos

hasta cimbrar noches enteras.

 ¿Dónde queda el sentido si en el mapa de tus labios me pierdo?

Siempre que llueve, caen como latidos

las gotas que el tiempo repite, derrama

como si lo fresco nos sudara la piel

como siendo sonidos trazarse en la cama.

Siempre que llueve me trae tu tormenta

como si fuésemos la sinapsis inquieta

hasta llovernos como tempestad sedienta

como si entre truenos más te repitiera

hasta cimbrarme todas las venas.

¿Dónde queda la humedad de la noche cuando te vas como tormenta?

Cuando vienes y te vas como reminiscencia

como ráfaga que arrebata el aliento.

 No quiero tocarte, no quiero esa sensación

de ausencia cuando no estás, solo en canción

porque el tiempo arranca parte de este aire

y hay un silencio que desgarra como desaire

No quiero volver a besarte, luego la abstinencia

cuando tu piel se aleja no me sirve la ciencia

No quiero acariciarte la risa, luego se aleja

no sé si lento o con prisa a otro lado, me deja

resquebrajado como una vela sin la flama

sin escuchar tu voz que voraz me llama

No quiero estar sin contacto, sin latido

cuando me tiembla todo y te has ido

Y después...queda este suspiro...

Y después... queda este suspiro...

No quiero que tu recuerdo muera en mis letras

como la noche que al amanecer espera

para seguir siendo otro día igual...

No quiero que me abrace tu olvido

y que no me recuerdes cuando despiertas

como respirando otros besos, pues es fatal

Sin prórroga me rematas, me aniquilas

y pasan lento y lento sin ti estos días

y mis retinas no capturan tus reflejos

cuando de mí te vas yendo lejos

pero aún sigues en mis toscas venas

y me dejas en alcohol estas penas...

Y después queda este escrito...

Y después queda este escrito...

Ni las Mate sirven para restarte

de mis pensamientos.

Ni la química arrancando dopamina

para borrarte en momentos.

Ni la Física para encontrarte perdida 

incógnita en el espacio-tiempo

cayendo en el limbo de tus ojos.

Ni la biología para disecarte

de esta cavidad donde has vivido.

Ni la química en neurotransmisores

sirve para tararearte en el olvido.

Ni la electricidad en las neuronas

o la espina dorsal, pues mantiene la chispa

horadando en el limbo, por ti mi ser crispa

No sirve ser científico

ni acaso un superhéroe

cuando se trata del instinto

que aquí te mantiene.

  

Ni las Mate sirven para despejarte

de mis latidos despiertos.

Ni la química raptando el cerebro

para dispersarme en lo etéreo.

Ni la Física para calcularte 

mientras se expande el universo

cayendo en el limbo de tus ojos.

Ni la astronomía para buscarte

entre júpiter y lejanas estrellas

Ni la geografía para trazarte

entre los mapas de mis querellas.

Ni la medicina para sedarme

entre senderos de silencio y ruido

horadando en el limbo, por ti mis sentidos

No sirve ser científico

ni acaso un superhéroe

cuando se trata del instinto

que aquí te mantiene.

Ensayo sobre tus labios

 Ensayo sobre tus labios

Imborrables en la memoria, mis dedos los rozan, los trazan, tú y yo, cada uno deja huellas sobre el otro como mapas surcados por la pasión. Te plasmas en mi piel, te marcas en el contorno de mi boca. Nos devoramos como siendo presas uno del otro, como no queriendo dejar tiempo para el después. Tersos son, como la cerradura que guía a tus latidos, mientras con los tuyos y los míos nos contamos la tempestad, la noche lluviosa, el encuentro, tantas formas de usar palabras para terminar en silencio compartiendo los pulsos.

 

Imborrables, pasan días, semanas, meses sin encontrarse, aunque pase el tiempo, los recuerdos te traen siempre puntuales, dejo una reverencia ante las grietas que van quedando como marcas de pasado, como caminos al venir, una y otra vez el cenit. Como texturas que anhelo soñar, así quedan en mí. Como recordando el sonido que emitían cuando nuestras masas con sus gravedades nos colapsaban en uno solo, fundidos. Como recordando cuando articulabas letras hasta que brotaba mi nombre y me decías que querías ser mis sensaciones favoritas y te decía que eras hasta que terminábamos extasiados derramados uno del otro. 

Imborrables, como la chispa que brotó de ellos arrastrándome como marea, como dándome lecciones, ahora tu imagen en lo nocturno se desvela susurrando recuerdos, susurrándome aquellos momentos hasta estremecerme, sí, otra vez. Tus labios me arrancan versos, suspiros, misterios. Prófugos, me dejan la condena de la distancia. Un soplo de vida. Tus labios, un huracán que me arrastra en lo etéreo. Y cierro los ojos para verlos y suelto mi aliento para tocarlos hasta caer a un precipicio y me dejas un caudal en mis venas que lleva tu nombre como un rastro de tus labios con tu aroma, de esos labios imborrables.

Tus labios, conjuro que añoro, hechizo que se queda conmigo en lo profundo cuando te has ido dejando imborrable lo que aquí escribo.