Revolotean mis neuronas cuando te pienso, de entre cada dendrita haces que me derrita.

Quizás en el próximo trago
me encuentre el olvido aciago
en el fondo del vaso divago
recordando que no estás a mi lado
esta noche no quiero soñarte
prefiero de olvido embriagarme
esta noche dejarte y largarme
cuando es tan común recordarte.
Quizás en la próxima ronda te tope
en la esquina del olvido y me toque
beber la del estribo hasta arrancarme
hasta que desgarre ese tu nombre
esta noche no quiero recordarte
para qué me quedan las neuronas
si entre mis suspiros vuelvo a toparte.

Olvídame, olvídame mucho
tal vez así también yo lo haga
como una tormenta que escapa
como canción que no escucho
más con tu voz como coro
arrójame, arráncame mucho
como si fuera una clavada daga
que se desprende, sin dejar nada
fragmento que con serrucho
el tiempo corta, dilata todo
como si tu piel mi tacto desconociera...
como si en la noche ya no me sintiera...
Desvanecerme, como horizonte difuminado
cuando de tus labios no queda nada para mí...
ni un desperdicio

¿A dónde va la melodía de tus labios en mi piel?

No soy caníbal pero quiero comerte
no soy vampiro pero quiero chuparte
ni alcohol pero quiero embriagarte
ni electroshock más quiero electrizarte
con mis labios...

Como notas musicales tocarte
contemplarte como obra de arte
yo mismo sin ser sismo estremecerte
hasta la médula.

No soy más que lo que puedo ser
no soy doctor pero quiero tu anatomía
deseo perderme en tu astronomía
en lo nocturno de tu tersa piel
con mis insomnios.

Como ser trazos en tu lienzo
y escribirte cuando te pienso
profundo nadar en tus comisuras
hasta tu aurora.

 El tiempo es para siempre, pero no todo lo demás.

¿Cuántas lunas hay entre aquellos días y el hoy?
¿Cómo se cuenta el tiempo sino en recuerdos?
¿Quién diría que las cosas cambiarían del ayer?
¡Cómo chingados duele el hoy ya no tener!
Cuando el silencio se hace una aturdida costumbre
y me hablo y me escucho solo, ¿y ya qué?
cuando los tímpanos no perciben los latidos
como si cayera a un pozo todo eso que se ha ido.

¿Cuántos días nublados nos dejan desolados?
Mientras el susurro del silencio se escucha otra vez
como la ausencia que besa, lame y rasga la piel
bajo un halo que quién sabe cuánto dure, esté
como ráfaga que deja un nudo en la garganta, al ser
sin una voz que me cobije en esas tormentas
sacudiendo hasta los huesos, dando marometas
y solo escuchar partituras de silencio y no estás

¿Cuánto se disturba el sonido en mi cabeza?
Si mis brazos no pudieron asir tus tersas risas
y la gravedad aterriza las fugaces palabras
y hasta los susurros caen en deshechas trizas
como en desnudas avenidas transitadas
y hoy crece esta sensación de estrecha prisa
por tapar el silencio que deja tu voz durmiente
en mis palabras que no lees, están ausentes....

Y desnudo caigo en lo oscuro de mi alma
entre notas demacradas de las que te alejaste
y crece esta oscuridad y no rozo la cordura
¿Qué se vuelve lo normal? ¿Qué se tira al traste?
Entre intersticios de mi afónica voz, no dura
la silaba que susurra como maremoto pasaste
y ya no sé, cómo tu nombre cimbra mi voz
no es ciencia ni consciencia ni algo atroz
pero queda...lo que permanece

como marcapasos con tu nombre
Solo el sonido del silencio que gritaba en nuestras miradas...
que hoy como gotas se escurren en mis ojos.

¿Cómo apago el fuego que me salió en los labios?
Si no es con tu cuello, si no es con tus senos
si no es con aquello que humedece los dedos
¿Cómo apago el fuego que brotó en mis labios?
Si no es con tus boca que a la pasión evoca
si tu piel no me toca y se incendia remota.

(Eres el antídoto al fuego de mis labios)

Muéstrame, muéstrame que hay de truco en tu sonrisa
Porque, sabes. aún con recordarla me hipnotiza

Allende el horizonte de mis labios yaces dormida
En el borde del tacto te tiento en mi poesía

En lontananza cae el tiempo entre refugios
mientras sigo cosido con aguja a tus influjos

No sé, no sé que hay en esa, tu profunda mirada
pues caigo con la gravedad de tu magnético cosmos

No sé, no sé que hay en esta muy profunda estaca
pues caigo en espiral entre lo que fuimos y somos

Muéstrame, muéstrame que el tiempo no fue en vano
porque, sabes, en mis insomnios aún te llamo

Andar no sé, más que dando tumbos por tus rumbos
con este encantamiento que aún sigue, no te miento

Seguir este sortilegio como si fuese por ley decreto
Explicar esto es más que intentar solo usar mi intelecto

No sé, no sé, pues pierdo hasta la medida
cuando se trata de relatarte en mi vida...

No sé, no sé, la pista tirita en tu mirada
pues se hace laberinto con salida escarpada

No sé, no sé, pues pierdo hasta la medida
cuando se trata de relatarte en mi vida...