Siempre que llueve, te trae en mis recuerdos
como si tu tacto guiara a mis neuronas
como si el viento supiera tu nombre
como si la memoria trajera tus aromas.
Siempre que llueve, la piel te recuerda
como si el petricor supiera dónde estamos
hasta dejar que la memoria muerda
como si los truenos fueran por besarnos
hasta cimbrar noches enteras.
¿Dónde queda el sentido si en el mapa de tus labios me pierdo?
Siempre que llueve, caen como latidos
las gotas que el tiempo repite, derrama
como si lo fresco nos sudara la piel
como siendo sonidos trazarse en la cama.
Siempre que llueve me trae tu tormenta
como si fuésemos la sinapsis inquieta
hasta llovernos como tempestad sedienta
como si entre truenos más te repitiera
hasta cimbrarme todas las venas.
¿Dónde queda la humedad de la noche cuando te vas como tormenta?
Cuando vienes y te vas como reminiscencia
como ráfaga que arrebata el aliento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario