Todo se marchita, lentamente muere en mi interior
mientras el viento me grita: ¡Ya no existe solución!
Y ya solo espero que me consuma el tiempo
para arrancarte con un soplo de olvido
Todo se derrite, y en escondrijos me oculto
esperando que tarde o temprano acabe esta sensación
que me ha vuelto un pesado bulto
que ha desgarrado mi ya de por sí triste corazón
Y al final de todo, con una carta poderme despedir
aunque no pueda ya con las grietas de mi alma escribir
sin saber ya que chingados puedo decir
ya que lentamente voy muriendo de ti y por ti
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