Se amaneció la lluvia
sin dejarnos despedida
y sigo pensándote todavía
y sigo latiéndote en mi vida
Se amaneció tu sueño
sin acurrucarse en mis brazos
pero te sigo sintiendo
dentro aún no llega el ocaso
Se amaneció tu piel
sin rozar mi quebrantado tacto
como una voz que se quiebra
dejando espinas como un cacto
que lastiman a la deriva
Se amaneció utópico mi sueño
mientras lentamente muero
y la foto tuya y mía salió movida
no hubo tiempo para una despedida...
y la herida quedó muy herida, aturdida
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