lunes, enero 06, 2025

21 de septiembre

Se hicieron extensos los mensajes

y a casi diario se hizo costumbre

hasta que nos volvimos a encontrar

un café vino y consigo instantes

el tiempo pareció en septiembre...

no haberse ido, como volver a empezar.


Y luego aquel concierto vino

pasé por ti, como en deja vu nos vimos

manejé y en música nos diluimos

hasta nuestras miradas con tino

se recordaron, así como antes fuimos

el vaso y abrazos compartimos


Fue un momento para no olvidar...

las palabras, las palabras quedan de más

las promesas, las promesas quedan de más.


¿Cómo se pueden abrazar dos almas?

Si no son para nada cosa material

no sé, pero lo volví a experimentar.

No sé cómo te metes en esta calma

para hacerme una bella tempestad

pues contigo lo volvería a intentar...


Y luego el tiempo pronto se redujo

el infinito se hace un suspiro contigo

hasta quedarnos en éxtasis de lujo.

La música terminó, nos fuimos

pedí uber para no hacerte caminar

y a mi auto llegar, esto no lo esperaba...


Fue un momento para no olvidar...

las palabras, las palabras quedan de más

las promesas, las promesas quedan de más.


¿Cómo nuestros labios se encontraron?

Hicimos todo al instante a un lado

y a tu casa fue un lento regresar.

Tu hija en la puerta te esperaba

no sé si aquel fue el beso final

hoy me quedo con ese bello recordar....


Y hoy me quedo con ese instante final...

Y hoy me quedo con este instante... tú... 

tú y nada más...

Fue un momento para enmarcar...

las palabras, las palabras quedan de más

las letras, las letras quedan de más.

domingo, enero 05, 2025

 Silencio entre fuertes latidos

para oír del eco la brisa

de cuando nadaba en tu oleaje

en tormenta apasionado navío

para explorar tu sonrisa

hundidos en instinto salvaje.

Como en un profundo rito

ahogarme en tu mirada

colgado del borde de tu iris

como telescopio a meteorito

en silencios a la madrugada

hasta volvernos fondo gris.


Naufrago de tu boca

de tus pliegues y lo que invoca

como trazos en el mapa

de esos bezos tersos que evocan

las mieles en la memoria.


Silencio entre largos suspiros

con tu nombre por costumbre

¿en cuánto se compra un olvido?

Que no me alcanza y aún miro

cómo me quema esta lumbre

hasta los rincones de lo vivido.

Cómo a diario te encuentro

en mis estremecimientos

el epicentro está contigo

y hoy te escribo sediento

remando en rimas, movimientos

aquella pira, nosotros dentro.


Entre las aristas

nos quedamos sin sonido

las mareas del tiempo hunden

instantes y dejan solo pasajes...

como latidos que circulan en mis venas

o sinapsis que forman mi historia plena.