lunes, septiembre 23, 2019

EN LA INMENSIDAD

En silencio, ver el firmamento
que en el tiempo se extiende
y la memoria no comprende.

Perderme en la inmensidad
en esa inmensidad donde somos nada.

Así, mudo ver en lontananza
que el espacio se expande
hasta donde el infinito ande.

Adentrarme en la inmensidad que me aterra.

Así, ver las arenas del desierto
que se pierden a lo lejos
sin dejar ver mi reflejo.

Perderme en la inmensidad
En esa inmensidad donde no somos nada.

Así, hundirme en el oleaje
del alta mar que devora
cuando ha llegado la hora.

Adentrarme en la inmensidad que me aterra.

Así, ver el llano, las montañas
en cadenas infinitas de territorio
que se tornan tapiz de un dormitorio
que nunca se cubrirán con pasos
que nunca se nadarán en brazos
que nunca se surcarán en trazos
ni por el más rápido cohete.

Así, con el latido del universo
que se dilata hasta dejar un verso
perdido en la inmensidad
esa inmensidad que me aterra.


La única inmensidad que no me aterra la encuentro en tus ojos.

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