Tus labios son el epicentro
de mis latidos que desde dentro
fracturan mis letras
algo en mí despiertas

Tus miradas son torbellino
que me rasgan como felino
dejando mis suspiros expuestos
tu nombre yace en mis restos

De noche al recostarme
intento la piel arrancarme
mil veces, pero creces
en mi paladar, tacto, pupilas.

El oleaje que brota de tu risa
me revuelca a la orilla
del sol, del día y de la noche
y en el recuerdo y su sutil roce.

Tus labios hoy no encuentro
así que en la memoria entro
y ahí cimbras mis rimas
algo queda, ahí te arrimas

Tus miradas son instante
que distante desafía con osadía
a recordarte hasta en los huesos
con tu nombre entre mis restos

Aunque me perjure
que del corazón te desvaneces
de tus labios el perfume
brota en estos acordes
que se emiten con redobles
emulando el chocar entre nuestros labios.