El viento comienza a soplar más fuerte
está borrando lo que escribí en la arcilla
¡Y de repente!
Ya estoy a la deriva
y ya no puedo escribir…
mis dedos no responden
mientras mi sombra entumecida
intenta asir mis manos ateridas
Y en un momento lo sublime se torna ridículo
El tiempo comienza a contar más rápido
tiñendo de canas mis pupilas
¡Y de repente!
Ya estoy a la deriva
y ya no puedo escribir
me acecha la rutina
mientras pasa el tiempo, rasgando el horizonte
y la memoria se cubre de vacío
Y en un momento lo sublime se torna ridículo
y en un instante las letras se vuelven ridículas
y en un suspiro las ideas quedan diluidas
corroídas, demacradas y ateridas
Y en un momento las palabras se vuelven silencio
ridículo, cansino, moribundo, decadente
desesperante, asfixiante, hasta desgarrarme
Y el tiempo se desangra en la herida
y esta estúpida letra va quedando a la deriva
zozobrando en los mares del olvido
¿Y la calma… y la tempestad?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario