¿A qué me saben tus labios de lejos?
¿Cómo es que el tiempo avanza tan lento?
¿Por qué se siente tu recuerdo en mi piel?
¿A qué me sabe la tormenta sin tus brazos?
¿Cómo es que van quedando solo pedazos
del músculo cardíaco como marchito papel?
Si la luna derramara caricias
sobre tu bella y tersa sonrisa
Si pudieras verte con mi vista
ahí colgada de mis retinas

Y cuando el tiempo se detiene el reloj sigue
Y cuando los pensamientos son precipicios
con los rastros que se vuelven dulces vicios
el aliento persiste...

y en mis versos repite.

¿A qué me saben tus besos remotos?
¿Cómo rayos los suspiros redactarte?
Mis distantes poemas enmudecen rotos
¿A qué saben las miradas apartadas?
¿Cómo es que lento se resquebrajan?
Restos se respiran en mis despojos
Si la bruma espesa hoy amanece
nubla un sueño frágil desvelado
Si lo denso en mis ojos permanece
con tu etéreo rostro difuminado...
así despierto

Y cuando el camino acaba, mis pasos persiguen

y cuando los momentos como al principio

muerden hasta que se vuelven al inicio

el viento persiste

y mis dedos te escriben

Y la niebla deja este amanecer

quemando mi piel.

¿A qué me saben tus besos hoy tan lejos?