Los siguientes renglones los escribí
después de perder la elocuencia
y no es que quiera locura fingir
lo digo con base en la ciencia.
Solo bastó un momento efímero
sumergido en lo etéreo.
Tu sonrisa con su iridiscencia
proyectada como un arrebol
hasta lo profundo de mi consciencia
llegó y letalmente me robó
Solo bastó un momento efímero
sumergido en lo etéreo.
De tus besos recuerdo el melifluo sonido
y tu incomnensurable beldad inmarcesible
en ti inefables como el tiempo detenido
pregunto ¿Esta serendipia cómo es posible?
¿Y tu esencia? ¿Mi limerencia?
Solo bastó un momento efímero
sumergido en lo etéreo
para saberte, en lo eterno.
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