Deja que me arranque el olvido
que me disipe sin decir "me despido"
de tus labios, de tus besos y lo vivido
que en una mirada queremos recuperar.
Deja que me cubra en mis sombras
sin que quede de entre las sobras
lo que fuimos y lo que podría zozobrar
que en una apuesta queda el soñar.

Échame la culpa por si te encuentro
por si te encuentro
en tus recuerdos
di que no tienes tiempo
que habrá otro momento
para recordar aquel ayer.
Y si acaso vale la pena
y si acaso valió la pena
volvernos a encontrar.

Échame la culpa por si te encuentro
por si me enredo
en tus recuerdos
di que no tienes tiempo
que somos movimiento
para fluir por aquel ayer.
Y si acaso vale la pena
y si acaso valió la maldita pena
volvernos a enamorar.

Deja que me arranque el latido
que me disperse sin rumbo dirigido
lejos de tu fiebre, lejos de tus besos
que en tu mirada quedan esos embelesos.
Deja que me aparte en mis puntos y comas
como un texto que se aleja pero se asoma
describiendo lo que fuimos y lo que es la vida
que en un instante puede que se repita.

Échame la culpa por si te encuentro
por si te encuentro
en tus recuerdos
di que no tienes tiempo
que habrá otro momento
para rememorar aquel ayer.
Y si acaso vale la pena
y si acaso valió la rechingada pena
volvernos a encontrar

Échame la culpa por si a tus besos secuestro
por si te muerdo
en tus recuerdos
aferrándome al tiempo
que me quiere alejar lento
mientras espero encontrar aquel ayer.
Y si acaso vale la pena
y si acaso valió la pena
volvernos a enamorar

Deja que me arranque como un bostezo
que aparente que salí de esto ileso
mientras nos robamos otros besos
que en el ansia esperaban como presos.
Deja que palpite lo que hoy siento
como si tu nombre estuviese en mi aliento
mientras mi insomnio me enreda y me miento
que ya no te recuerdo, que no te siento.

Échame la culpa por si me pierdo
y entre tus cabellos me enredo
y en tus recuerdos me miro
di que no tienes tiempo, ni por mi suspiro
que ya fue nuestro momento
para recordar aquel ayer.
Y si acaso vale la pena
te dejaré beber de mis venas
y volvernos a enamorar.

Ya no hay serenata
pero recordarte mata
pues el latido verdadero
se vuelve a repetir
mientras muero en tu mirada
y me derrito en tus palabras
adoro el terciopelo de tu pelo
y la brisa de tu sonrisa
adoro tu mirada, la espero mañana,
y lo que expresa cuando queda desnuda
y cómo enmudece ante mi alma muda.