Ah, ¡qué manera de respirar!
Los pulmones destilaban la pasión
en pequeños susurros que parecían no acabar.
Uf, ¡qué manera de recordar!
como si los instantes sin dilación
fueran eternos hasta ya no tener a donde ir.
Mmmm, ¡qué manera de soñarte!
Como si el mundo se redujera
al roce en las noches con tu piel
Ssss, ¡qué manera de despertar!
Recostado junto a tu ausencia
con el tiempo alejándote sin clemencia
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