viernes, marzo 30, 2007

30 DE MARZO, EL FIN.

Nunca creí que esto fuera a ocurrir tan rápido y sobre todo a mí.
El caer, el caer y fragmentarme en mil pedazos y sobre todo sentir,
sentir como el aire a mi alrededor se desvaneció
y como afiladas navajas volaron rodeándome
esperando el momento idóneo para devorarme.
Es que no fue suficiente hundir mil agujas en mi corazón.
Ayer por fin te animaste a colocar el último clavo sobre mi ataúd,
a devorar con ávida indiferencia mis muertas esperanzas,
si mi pálida aura ni se quejó, solo un último suspiro
¡Y si fingía! Si acaso esto no era amor entonces, ¿dónde estaba perdido?
¿Acaso fue un cielo embrujado donde caí
o simplemente el cielo fue gris
y no fue como me lo contaron?
En mil infiernos residí y un arcángel en cada uno de ellos
nunca lloró por mí, solo vertía alcohol en mis llagas
para que no dejara de sufrir
y el infierno nunca fue como me lo contaron.
Cuando llegaste, provocaste mil heridas en mi ser,
ahora que te largas dejas ruinas sobre mí,
me asfixiaré en mi féretro como el cadáver vivo que soy,
los gusanos sedientos beberán toda ilusión,
estaré donde sea, ya no me veras aquí
pero podrás beber de mi sangre, lamer mis venas cuando quieras
porque nunca las heridas cerrarán, siempre viviré en ti.

Morí, nunca vi una luz al final del camino, no hubo túneles angostos, nadie vino por mí.
No fue como me lo contaron.
Y cada vez que recuerdo tu nombre, tu imagen aparece, languideciendo mis sueños,
huesos rotos llenos de dolor gritan
mis labios agrietados dormitan,
¿fue poca o demasiada la dosis de esperanza?
Mis uñas le hablaron a las costras de mis alas y no oí
y no hay ni silencio, y no hay nada más que yo
y mi eco congeló mi reflejo
mi imagen me aterra frente al espejo
y no sé si puedo seguir escribiendo
después de todo, está muy oscuro aquí dentro y no veo,
si no fuera por los gusanos que besan mi corazón, que lamen mis manos,
que acarician mis huesos, pensaría que estoy solo.
Mi musa se fue, espero que haya sido con un poeta
y no con un impasible proxeneta
¿Estoy sentenciado?
25 lastres sobre mi cuerpo y la maldita soga que besa mi cuello no se rompe,
no es como un himen, una promesa, la ley o mi corazón,
las sogas no se hicieron para romperse.
Hincarme, ante mí, imposible, soy muy egoísta
creí que esa parte ya la había dejado atrás
pero la muy desgraciada alcanzó a asirse de mi sombra.
Y si aún no he dejado de caer, ¡es difícil saberlo!
no sé dónde está mi cabeza, no sé dónde están mis pies,
enfermo por tus labios
enfermo por tu piel
y mi mórbido estilo, no sé si te incomode o te dé placer,
no sé si mis paradojas humedecen las hojas marchitas
de los cuerpos yertos de mis cuervos muertos,
y no soy la carta de un moribundo,
ya estoy muerto, y los muertos no pueden escribir
¡por lo menos no con las manos!
(eso es lo que me dijiste a mí)
aunque la línea de arriba sea pleonasmo
¿Llorarás frente a mi tumba?
Porque estás en mi epitafio
pero no me iré al cielo
ni al infierno,
ya siendo sombra iré a la feria
ya siendo zombi iré a tu hogar,
al lugar de mis arcanos pasados,
y la esquizofrenia chupará mis dedos.
Antes, sobre mi cabeza escribieron INRI
ahora desclavo mi mano y...
y con mi sangre...
y con mi sangre escribo...
¡Cómo duele...!
¡Cómo duele...!

Recuerda que el día de ayer colocaste el último clavo en mi ataúd,
el último clavo en mi mano izquierda ¡no sé si pueda volver a escribir!
Ayer colocaste el último clavo en mi corazón,
toma tu cáliz, bebe un poco de mi dolor


Mi Alma Yace Demacrada
Ya Estoy Muerto
Y No Sé Si Resucitaré

No hay comentarios.: