Cuando la voz se corta y las letras no salen parejas
tanto aturden los ruidos como los silencios
¿Cuántas veces el olvido nace a conveniencia
y de las memorias queremos fugarnos recio?
Cuando se esperan palabras y solo nacen quejas
mientras lentamente se quiebran dejando restos
tratando de entender cómo se tornan indiferencia
haciéndolas mazmorras que nos retienen presos.
Y la distancia se desliza en la piel
y en lontananza se lacera cada ser
Cuando sin decir mucho frágilmente te alejas
y yo también sin desprenderme, nos fugamos
y las cosas se
combinan como cruel sentencia
y en un momento, en solo un instante gritamos.
Cuando soy de escasas palabras, sin moralejas
sabes, mi garganta al pronunciarte aún tiembla
quizás buscando resonancia en ti y paciencia
y no recuerdo mis faltas, ni culpas, en la niebla...
estoy.
Y la distancia se desliza en la piel
y en lontananza se lacera cada ser.
¿Cómo podemos estar tan cercanamente lejos?
Fragmentados.
Sin poder desprender el cerebro del corazón.
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