Ya no quiero soñar que siempre te vas
que te desvaneces al despertar.
Nube negra rondando el atardecer
carcomes el horizonte
haces al viento retumbar
Ya no quiero soñar que siempre te alejas.
con el rugir de la tormenta.
Cuidado con exponerte a demasiada luz, pues el hombre se puede espantar con su propia sombra
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