viernes, mayo 01, 2020

CADA VEZ QUE CIERRO LOS OJOS


Mi vista siguió tu silueta, el contorno de tus senos,
llegó hasta tu sonrisa coqueta, ahí se posicionó
(la tenue luz resaltaba tu misticismo).

Estabas recostada, mirando mi presencia
sonreíste, mostraste desnuda tu esencia
(los momentos fugaces pueden ser eternos).

Y de repente abrí los ojos, ya no estabas
los cerré  y abrí varias veces, no regresabas
(el tiempo se congelaba pero nada...
solo me dejaba un insomnio).

Ahora, cada vez que cierro los ojos o cuando los abro, espero que aparezcas, aunque sea en una sonrisa... fugaz.

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