No son tus labios
no es tu piel
no son tus años
ni la miel
entre tus piernas.
No son tus senos
no es tu sonrisa
ni tú en mis sueños
ni de tu boca la brisa
que llega a mis venas.
No son tus besos
ni tus palabras
ni tus silencios
ni tus lascivas caras
que me envenenan.
Ni tus cachondos sonidos
ni tu mirada coqueta
ni mis insomnios ateridos
lo que me deja alerta
cuando no te veo.
No son tus abrazos
ni nuestras escapadas
no son los trazos
de tu risa a carcajadas
ni lo que en tus ojos leo.
No son los humos de tu cigarro
ni siquiera el sexo
ni los susurros que te he dejado
ni el tiempo convexo
cuando estoy a tu lado
ni el tiempo convexo
cuando estoy a tu lado
No es ni siquiera
tu nombre pronunciado,
no son tus olvidos
ni tu ausencia ya de suspiros
por mí.
Es la forma en la que me estremeces.
Es la forma en la que hasta
tu solo recuerdo me sigue estremeciendo.
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